Falta cada vez menos para el inicio del Mundial de Clubes 2025, que comenzará el 14 de junio en Estados Unidos con el partido inaugural entre Inter Miami y Al-Ahly de Egipto. Con 32 equipos en competencia y un formato inédito, las expectativas crecen, y la inteligencia artificial ya se animó a predecir quién será el campeón. También anticipó el rendimiento de Boca Juniors y River Plate, los representantes argentinos.

Boca

Boca debuta en el Grupo C junto a Bayern Múnich, Benfica y Auckland City. El estreno ante Benfica será con derrota: el equipo portugués superará al Xeneize por 2-1 en un partido cerrado pero con mayor jerarquía técnica del lado europeo. En el segundo partido, el Bayern de Múnich no tendrá piedad y ganará con contundencia 3-0, sentenciando la eliminación anticipada del club de La Ribera. En el cierre del grupo, Boca derrotará 2-0 a Auckland City, un consuelo insuficiente.

Boca termina tercero, fuera de los octavos, en un grupo que marcó la diferencia física y táctica entre Europa y Sudamérica. 

Trofeo del Mundial de Clubes.
Trofeo del Mundial de Clubes.

River

El equipo de Marcelo Gallardo avanza a octavos desde el Grupo E, que comparte con Inter de Milán, Monterrey y Urawa Red Diamonds. River arranca con un triunfo sólido ante Urawa por 3-1, empata 1-1 con Monterrey y cae ajustadamente ante el Inter (2-1), pero la diferencia de goles lo deposita en la siguiente fase como segundo del grupo.

En octavos de final enfrenta al Borussia Dortmund. River ofrece una digna resistencia en el SoFi Stadium de Los Ángeles, pero el poder ofensivo del equipo alemán se impone 2-0. River se despide del torneo dejando una imagen competitiva, aunque sin llegar al verdadero protagonismo.

El campeón: Bayern Múnich levanta el trofeo en Nueva York

El Mundial de Clubes 2025 tiene dueño claro: el Bayern de Múnich conquista el título mundial y reafirma su dominio continental. El equipo alemán supera a Chelsea en semifinales con autoridad (3-1) y vence al Real Madrid en una final épica por 2-1 en el MetLife Stadium.

La figura del torneo es Jamal Musiala, desequilibrante en cada duelo y decisivo en la final. Bayern juega con superioridad física, técnica y táctica, y se convierte en el primer campeón del nuevo formato de Mundial de Clubes.